viernes, 24 de noviembre de 2017

Mis luces.

Resulta que han pasado cosas miamor, que me han hecho abrir los ojos.
Cambiar el curso del camino.
La mirada que sale de mis ojos es otra, distinta, nueva, apasionada.
No se si me moriré mañana, es algo que últimamente pienso mucho. No tengo miedo, no creo que morirse sea malo. Ando con la tranquilidad de una vida bien llevada, contenta, rodeada de humanos que quiero, que me han enseñado a transitar por el mundo riendo.
En mi hay un ser egoísta que prefiere morir que ver al mundo morir, que otros carguen con el peso de mi muerte, por que yo ya no quiero sufrir más.
Y en este nuevo viaje que emprendí pude darle paso a la verdad, con ella me iluminé y tuve que iluminarte. Fue una necesidad.
Lo importante de ser sincero es mirarse y entenderse, dejar salir lo que uno guarda aunque no quiera. Entonces fue así que te dije, que me dije, que te quiero.
Te dije (o capaz que no, pero se entiende) que elijo lo nuestro, sea lo que sea, de la manera que tenga que ser, no porque no pueda ser de otra forma sino porque así es  y así me hace feliz.
Por eso lo prefiero, siempre.
Siento por primera vez que entendí. Sé que quiero.
Se que te quiero a ti, pero más me quiero a mi largando luces de colores para todos lados y es hoy, contigo que se prenden y alumbran. Pero no se apagan cuando no estás, por que tu  me enseñaste a cargarlas, a prenderlas, a amarlas tanto que no importa si estas acá o envuelto en sabanas que no conozco.
Porque ellas, las luces, trascienden nuestros cuerpos, atraviesan todo, son hermosas y siguen brillando, siempre.
Como vos, ellas salvan, curan, ayudan,  pero por sobre todas las cosas del mundo me guían.

domingo, 29 de octubre de 2017

Geometría obligada

La gata se fue.
Yo estaba contenta con la casa,
con el triangulo.
Como aquella vez con el cuadrado, que se rompió y derivó en esta nueva figura que ahora se quiere destrozar para darle paso a la sucesión continua de puntos.
Que bueno hablar del universo y no de la vida.
Por que en realidad podría escribir a continuación que la vida es la que me hace esté tipo de cosas siempre, pero prefiero pensar en la rotación mágica del universo, en lo efímero que es todo, en el cambio constante. Se me hace más fácil. Emperifollar la realidad, como cuando uso esta palabra, como cuando armo mi rincón, como cuando el Rulo toca el violín para mi, como cuando los rayos de luz atraviesan mi hogar.
Pero hoy, ahora, acá sentada, sin la gata, sin amigos, sin porro ni café no le encuentro el punto al romanticismo, no le encuentro nada a nada.
Esta vez no tengo esperanza, me consuela el hecho de no tenerla, una forma de aceptación natural, no impuesta, calmada como el agua que sale de la cisterna que pierde.
Podría salir a buscar mi esperanza, mi gata, mis ganas a la vuelta de la esquina, ahí donde en realidad nunca nadie encontró lo que buscaba, pero igualmente lo creen posible.
Sin embargo, me quedo acá tirando los tabacos por el suelo, aunque no me gusta barrerlos. Es una comodidad incomoda que me persigue, como tantas otras. Lo malo de lo malo de los hechos que uno mismo hace, es que debe abrazarlos, defenderlos, retroceder en el tiempo con la mente y rememorar el instante en el cual fueron realizados, el porque, el sentimiento detrás del acto, buscar de alguna manera la forma de justificarlos aún cuando no hay forma de hacerlo. Porque son nuestros, salen del interior y hay un trasfondo en todo, siempre, aunque no se note.
El tabaco en el piso es resultado de la falta de ganas de vivir que me genera la comodidad incomoda (distinto a la incomodidad cómoda) , ahora, todo ya, ahora. No quiero caminar, quiero correr pero me canso, mejor me quedo con las patas ancladas a este piso sucio que yo misma me obligue a caminar.
Total, la gata no está, aunque me mentí porque prendí una vela blanca como ella, arriba de una papel lejano encontrado un día que no supe porque lo agarre y lo lleve de paseo por la ciudad, conmigo, mucho tiempo, sin sentido, hasta ahora, hoy, acá, donde pasó a ser el lazo conector con lo espiritual, teniendo que ser el responsable de cargar con mis deseos, escritos en mayúscula, conteniendo la esperanza que al final se ve que no perdí.

miércoles, 11 de octubre de 2017

La música de las fiestas.

Home shake, salgo de la ducha.
Leí Platón, antes en la mesa,
con café
y una libreta que no pude llenar.
Aparte de estantes me falta un diccionario.
capaz un cerebro que pueda entender.
Pero ahora ya no hago lo que hacia.
Se prendieron las luces de la pared que recorren la casa,
iluminan tan lindo
y todo es tan lindo.
Me visto, aunque no lo haría.
-Tomemos vino,
-No te gusta el vino
- Hoy si.
Salgo, vuelvo,
otra musicalización,
ahora tuya.
Me gusta, bailo.
Te reís.
Que bueno esto,
de ser siempre
casi felices
cuando estamos juntos.
Miramos el techo,
miramos tantas cosas
con nuestros ojos.
Es que llega ese momento
que solo se puede disfrutar
así callado
mansito
con las cabezas bien apoyadas,
el cerebro vació,
pensando solo en las partículas de polvo,
que bajan entre los destellos de luces
que prenden y apagan.
Y ahora la tapa rosada,
el cohete despega,
nuestra música,
nosotros dos.

viernes, 4 de agosto de 2017

Me gustan los aviones, me gustas tu .

Camina hacia la luz.
Se para, en el medio de la plaza. 
Mira el horizonte, el agua, la estatua 
no se que es lo que mira. 
Cierra los ojos y siento el sol en ella, 
lo siento en mi,
en ellos,
en todos.
Me parece que si pensamos en el sol, mientras lo sentimos, 
de alguna manera logramos absorberlo mejor. 
Pienso en el rayo de sol que no me deja ver, 
pienso en el sol que ella mira, 
pienso en el sol del que el linyera de atrás se tapa, con mantas, 
su mundo, calor. 
El linyera, la plaza, la mina que no se donde mira, 
yo sentada,
el sol,
el humo del faso del de al lado, 
del mio, 
de los señores de la oficina.
El olor a la calle, 
a la ciudad. 
El sol.
Sonrío.
Me gusta el sol.
La noche que precede al día,
a este día, me gusta más.


miércoles, 28 de junio de 2017

Y cuanto más palabras sabes, más podes jugar al Scrabble.

Siento la ausencia de alguien, de todos.
Mi casa que es perpetuada a diario por humanos,
quedó vacía.

Y más que la ausencia,
siento la presencia,
de los que no están.
Y que duda se implanta ahora,
porque no están pero los siento.

Por momentos creo estar conversando con un tercero,
          (que no esta adentro mio)
que mis pensamientos van dirigidos a un receptor,
que los capta, pero no los responde,

Quiero exteriorizar,
tengo que intentar,
a ver si se van,
los pensamientos
como el viento,
por la hendija de la ventana.




jueves, 6 de abril de 2017

El ser de la dualidad

Te digo que sos turbio, super turbio. 
Aunque no creo que de verdad sea lo que me importa. 
Veo pasar mi vida como una película de bajo presupuesto.
No me cuentes de tu futuro, que solo quiere hacer castillos y morir. 
Nunca morís en realidad, 
Ni siquiera en mi mente, que trata una y otra vez dejarte ir.
Es que me gustan a veces, las mañanas en las que sos mio
aunque se que eso es imposible. 
Me gusta caminar contigo, como si nunca nada nos hubiera pasado 
como si fuéramos solo nosotros dos en el universo, 
este universo que nos separa, por que debe hacerlo. 
Recordé que me enseñaste a consultar el oráculo, 
solo a veces, cuando la obscuridad te absorbe y 
así saber cual es el a camino a tomar. 
Y no me da miedo saber, 
lo que ya se y ahora no oculto.
No te quiero nada y te quiero tanto.
Por eso no te mato, 
ni te dejo morir,
prefiero vivir en un mundo donde estas vos, 
que me enseñas, 
el bien y el mal, 
aunque eso no exista. 


martes, 4 de abril de 2017

Quererte.

Capaz que no quería dormir sola.
Capaz que quería que fueras a mi casa.
Capaz que no quería ir a mi casa.
Capaz que quería estar contigo donde sea.